Quizás lo mejor sea que el día de mañana, cuando vuelva a verte, hiciéramos todo al revés. En lugar de recordar todo lo pasado y el mal que nos causamos, nos presentemos de nuevo, como si fuera la primera vez. Sí, hablo de empezar desde cero. Aunque me sepa tu historia de memoria y vos lo mismo con la mía. Tal vez esta sea la única manera de darnos una última oportunidad, y si no funciona, si no lo logramos y no haya otra alternativa que cerrar nuestra historia para siempre, quiero que sepas que no me olvidé de vos y que todo lo que sentí alguna vez, sigue intacto. Espero que algún día esto deje de dolerte tanto como me duele hoy a mi. Y si hasta entonces, hasta ese día que el destino nos cruce, tenés la oportunidad de enamorarte de otro y de olvidarte de mi, solo hay una cosa que deseo y es que pueda darte todo lo que yo no fui capaz. Quiero que seas feliz, incluso si no soy yo quien te genere esa felicidad. ¡Ah! Y casi me olvido; no voy a permitirte nunca más que vuelvas a dudar lo mucho que te quiero.
Sin tener remitente, siquiera una inicial que pudiera ser utilizada como firma, descubrí el tipo de caligrafía y me llevé una sorpresa. No podía estar pasando. No podía ser así.
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